La ruta por el barrio Gótico de Barcelona es, junto a las Ramblas y la Sagrada Familia, una de las zonas más emblemáticas y de obligada visita para todo visitante que deseen conocer la ciudad condal. Un paseo por el Barri Gòtic, como se conoce en Cataluña, es una visita a la Barcelona medieval, un viaje por su pasado y un recorrido por su historia.
Trazando una línea entre sus puntos, podríamos dibujar lo que sería el mapa de la Barcelona Medieval, una zona de la ciudad donde las tiendas y el metro parecen desentonar entre fachadas con siglos de antigüedad y cientos de tesoros que descubrir.
El barro Gótico, una ruta medieval en Barcelona
Como punto de partida de nuestro itinerario escogeremos la Plaça Nova, que funcionaba como entrada de la muralla de la Barcelona Medieval, en dirección a la calle del Bisbe, que nos conducirá al corazón del casco histórico.
Rápidamente, veremos a la izquierda la Casa de l’Ardiaca, cuyo patio interior es uno de los puntos imprescindibles de este recorrido mágico. Relajarse escuchando el sonido del agua de su fuente es uno de esos placeres que invitan a la meditación y consiguen hacernos escapar del ruido de la ciudad.
Con el sonido del agua todavía en la cabeza, nos dirigiremos a la Catedral de Barcelona, un verdadero homenaje al arte gótico, cuyos cimientos datan del siglo XIII y cuya construcción se extendió a lo largo de hasta 600 años. Merece la pena recrearse observando cada detalle de su fachada o visitando sus capillas, repletas de retablos góticos, su cubierta o su claustro. Desde este último partiremos tomando la calle Sant Sever y girando levemente a la derecha para toparnos con la Plaza de Sant Felip Neri. Esta acogedora plazoleta, que toma su nombre de la iglesia barroca de su interior, es sin duda, uno de los rincones con más encanto de toda la ciudad condal, conservando una atmósfera de paz y tranquilidad, difícil de encontrar hoy en día entre sus bulliciosas calles.
Retomando nuestra ruta por el mapa del barrio Gótico de Barcelona, regresaremos a la calle del Bisbe para encaminarnos en este caso a la Plaza de Sant Jaume, donde actualmente se emplaza el Ajuntament de Barcelona y la sede de la Generalitat de Catalunya. Mención especial merece la fachada del edificio de la Generalitat, con más de 400 años de historia a sus espaldas.
Tras atravesar la plaza, daremos con la Calle Paradís que nos conducirá al patio del Centre Excursionista de Catalunya, donde nos recibirán las columnas del Templo de Augusto, descubiertas durante unas obras de remodelación allá por 1905.
Rehaciendo el camino andado, deberemos enlazar la Calle de la Libreteria desde la Calle del Bisbe. Después, la calle de Veguer para llegar a la Plaza del Rei, en la cual nos esperan el Palau del Lloctinent, sede de la Inquisición durante la Edad Media, la Capilla Real de Santa Ágata o el Mirador del Rei Martí, que data del siglo XVI.
Siguiendo nuestro itinerario, bajaremos por la Baixada de Santa Clara y continuaremos a mano derecha por la Calle dels Comtes hasta toparnos con la Plaça de Sant Lu. En su interior hallaremos el Museu Marés, donde podremos deleitarnos con las obras de su fundador, el escultor Frederic Máres.
Tras un leve descanso para disfrutar del arte del siglo XX, retrocederemos de nuevo por la Calle dels Comtes en dirección a la Calle de la Daguería hasta llegar a la Calle de Hércules, donde se encuentra la Basílica de Sant Just i Pastor. Aunque la tradición sitúa su creación en torno al siglo IV, los primeros documentos sobre esta iglesia gótica datan del año 801, cuando el rey Luis I ordenó su reconstrucción.
Llegando al final de nuestro recorrido, tomaremos la Calle de Jaume I hasta llegar a la Plaça de l’Angel, donde continuaremos en la misma dirección a través de la Calle de la Princesa. Después de unos minutos caminando por la que es una de las calles más importantes de la ciudad, encontraremos un magnífico oasis, que constituye un perfecto desenlace para nuestra ruta, el Parque de la Ciudadela de Barcelona. Este gran pulmón urbano debe su nombre a su construcción sobre los terrenos que albergaban la fortaleza de la ciudad y actualmente acoge la sede del Parlament de Catalunya. El Parque se ha convertido con los años en una de las mayores zonas de ocio de la ciudad, con cientos de posibilidades de actividades que hacer al aire libre.
Hoteles y restaurantes en el barrio Gótico.
Viendo la enorme cantidad de turistas que recorren esta zona a diario, es lógica la abundancia de hoteles en el barrio Gótico de Barcelona. Ya sea con reserva previa o buscando acomodación directamente en el hotel, no resulta complicado encontrar habitaciones disponibles para todos los bolsillos.
Lo mismo ocurre en cuanto a la restauración. Los restaurantes y bares del barrio Gótico de Barcelona forman una de las mejores zonas para comer en la ciudad. Su enorme variedad gastronómica atrae tanto a locales como a turistas, para disfrutar de una oferta que comprende desde la más pura cocina catalana hasta la innovación de los grandes chefs contemporáneos.