Para que unas vacaciones sean de verdad completas y nos dejen un fantástico recuerdo, es preciso saber escoger qué souvenirs representan los productos más típicos del lugar. Sólo de ese modo es posible llevarnos un trocito de sus sabores, olores y tradiciones o incluso en algunos casos, un pedacito del cariño y el calor de sus gentes.
Mallorca es uno de esos lugares que parecen quedarse con una parte de nosotros tras disfrutar de unas vacaciones bajo su sol. Es por ello, que conviene llevarse siempre un buen lote de productos típicos de Mallorca. Sólo de esta manera seremos capaces de compensar el vacío que crea el abandonar el agua cristalina y la arena blanca de sus playas.
Tanto si quieres llevarte regalos de Mallorca para tus amigos o familiares, como si simplemente, has quedado prendado por su tradición culinaria y deseas llevarte una pequeña parte de ella de regreso a casa, echa un vistazo a nuestra lista de recomendaciones acerca de qué comprar en Mallorca. ¡Te prometemos que elijas lo que elijas, acertarás!
El mejor souvenir de Mallorca
No vamos a engañarte, el mejor souvenir que puedes llevarte de esta maravillosa isla es el recuerdo de sus calas y paisajes espectaculares. Sin embargo, ni siquiera habiendo escogido un hotel con vistas al mar, serás capaz de mantener en la memoria tal espectáculo visual para siempre. Por eso siempre conviene realizar unas compras antes de partir.
Para ello, nuestro escenario favorito son sus numerosos mercadillos callejeros, en los que siempre pueden encontrarse grandes muestras de la artesanía, moda y gastronomía mallorquinas.
Todo depende del tipo de mercado al que te acerques. Los hay especializados en comida, ropa, piel, tela… La verdad es que las Islas Baleares son seguramente el mejor escenario de nuestro país para disfrutar de este tipo de centros comerciales tan especiales.
Olvídate de los productos industriales, de la alimentación de fábrica y de la típica ropa de grandes almacenes. Estos mercados artesanales saben y huelen a ensaimada casera, al licor Angel D’Or, a los mejores embutidos de la tierra o al delicioso aceite de oliva producido en sus campos. Sus puestos de ropa se caracterizan por los estilos marineros y por la notable presencia del cuero, cuyo olor en ocasiones atrae a posibles compradores desde varios metros a la redonda.
No encontrarás alta joyería, pero sí bisutería artesanal, perlas marinas procedentes de los fondos de la isla y todo tipo de complementos elaborados a mano.
Este tipo de mercadillos, además de suponer el lugar perfecto para hacerte con los mejores recuerdos posibles del viaje, son un plan fantástico al llegar la caída del sol. Un buen paseo entre los puestos, unas compras y un refresco en una terracita… Si lo prefieres, seguro que encuentras un buen restaurante en los alrededores donde disfrutar de un buen pescado acompañado de un vino blanco… Mallorca es sencillamente única y cada minuto disfrutando de unas vacaciones en sus rincones es un auténtico regalo. Así que no lo olvides, disfruta de cada segundo y por los souvenirs no te preocupes, que un paseo por sus mercadillos es suficiente para resolver la papeleta.