Viajar a ciudades como Berlín o Bruselas en diciembre añade una parada de obligada visita al recorrido turístico habitual, sus famosos mercadillos navideños. Se trata de una parada perfecta para aprovechar a comprar algunos regalos de Navidad con el toque especial que siempre tiene un regalo traído desde otro país y el añadido de contagiarse del ambiente navideño de dos de las ciudades más bellas e importantes de Europa.
Mercadillo de navidad en Berlín
Aunque la palma realmente se la lleva Alemania y más concretamente su capital, Berlín, una de las urbes más grandes e imponentes de Europa. Durante el mes de diciembre la capital alemana llena sus calles de pequeños mercados con puestos repletos de productos relacionados con la navidad. Hablamos de más de cincuenta mercadillos navideños en Berlín repartidos por sus distintos distritos, toda una explosión navideña que llena la ciudad de un ambiente y un espíritu únicos.
Es cierto que los mercados de navidad en Alemania son bastante típicos y es fácil encontrarlos en sus pueblos y ciudades durante esta época del año, pero el caso de Berlín es realmente impresionante. El Mercado Clásico de Navidad de Opernpalais, el Mercado de Navidad Ambiental, el que colocan en frente del Ayuntamiento, el Mundo de Invierno de la Potsdamer Platz con su pista de patinaje sobre hielo, o por supuesto, el Mercado de Navidad de Spandau, el más grande de todos. Éstas son algunas de las opciones más destacadas de una lista que supera los 50 nombres. En estos mercados navideños puedes encontrar desde productos típicos de la gastronomía local, como chocolates o dulces alemanes, hasta piezas de artesanía como juguetes de madera tradicional y regalos navideños. Además, en estos mercadillos también se podrán disfrutar de los famosos belenes vivientes o de los carruseles de caballos de madera. Se puede visitar Berlín solamente a través de estos mercados navideños.
Berlín logra adquirir un ambiente navideño único en el mundo, dando la posibilidad al visitante de visitar varios mercados de la navidad en el mismo día, mientras va cambiando de barrio, admirando distintos tipos de espectáculos y atracciones diferentes, comprando cualquier tipo de producto navideño y viviendo la navidad berlinesa desde dentro.
Pocas ciudades en el mundo son capaces de contagiarse de una atmósfera semejante extendiéndola por un territorio tan amplio y de una manera tan acertada. Es algo realmente único. Por ello, este puede ser un buen momento para encontrar un hotel, como el Catalonia Berlin Mitte, situado en el centro de la ciudad y excelente opción para disfrutar de todos los encantos de la capital alemana.
Mercadillo de navidad en Bruselas
Y cuando hablamos de mercadillos, en ocasiones quizás deberíamos decir ferias navideñas o incluso parques de atracciones de la Navidad. La gran noria del gran mercado de Bruselas o su característica pista de patinaje dan buena cuenta de ello.
La ciudad de Bruselas es una de las mejores elecciones para viajar por Europa en el mes de diciembre.
Y es que a la atmósfera de cuento habitual que posee la ciudad, hay que sumarle una iluminación imponente y un impresionante mercado de navidad en plena Grand Place. Hasta más de 250 stands dan forma a uno de los mercadillos navideños más grandes del mundo en el corazón de uno de los centros neurálgicos de Europa.
El Mercado de Navidad de Bruselas abre sus puertas a finales de Noviembre y se mantiene abierto hasta el 1 de Enero con horario ininterrumpido. Un sinfín de tiendas, puestos donde degustar algunos platos típicos de la gastronomía local, una enorme noria y, por supuesto, un árbol de navidad gigante son algunos de los atractivos de este particular paraíso navideño.
Pero no sólo hablamos de atracciones, restaurantes e iluminación, el mercado navideño de Bruselas contagia a toda la ciudad de un espíritu mágico que, además, desprende un atrayente aroma a los platos flamencos más típicos, atrayendo al turista casi sin querer y haciendo que visitar Bruselas en Navidad se convierta en una experiencia inolvidable.
Los mercadillos navideños europeos
Realmente merece la pena planificar un viaje pensando en estos mágicos lugares que añaden un atractivo extra a cualquier visita turística habitual. Aunque es cierto que principalmente en las fechas más señaladas de las fiestas como el día de navidad o nochevieja suelen estar a rebosar de gente. Por ello, para conocer alguno de estos mercadillos navideños de Europa el puente de diciembre es mucho mejor opción que las semanas que rodean al día de navidad o año nuevo. Además por supuesto, de que el billete de avión y el alojamiento suelen salir bastante mejor de precio cuanto más nos alejamos de estas fechas.
Cabe destacar que tanto en Berlín como en Bruselas todas estas atracciones finalizan después de la fiesta de año nuevo, sin mantenerse hasta el Día de Reyes como ocurre aquí en España por ejemplo, con el mercadillo de la Plaza Mayor de Madrid.
Pese a que a priori quizás no sería una opción que contemplaríamos como una de las prioritarias al organizar un viaje a alguna de estas bellas ciudades, estos mercadillos navideños logran sorprender a sus visitantes en ocasiones tanto o más que algunos de sus lugares turísticos principales. No son simples ferias o mercados, es su ambiente el que hace de ellos lugares verdaderamente mágicos. ¿Por qué no hacer de estos mercados una oportunidad para visitar estas dos capitales? Por ello recomendamos planificar la visita y consultar las opciones de hoteles en Berlín, o disfrutar de los encantos de la capital europea por excelencia y encontrar alojamiento en Bruselas. Disfruta de unas navidades diferentes en Europa.