La primera imagen que se nos viene a la cabeza cuando hablamos de Mallorca es el mar. Pero la isla balear es mucho más que sus espectaculares calas o sus impresionantes playas. Hoy os invitamos a pensar en la mayor de las islas baleares como un destino ideal para escapadas urbanas.
Un poco de historia
Palma de Mallorca es, con una población que roza los 400.000 habitantes, la octava ciudad de España y cuenta con atractivos más que suficientes para una escapada. Situada en una impresionante bahía, la capital del archipiélago balear atesora una historia fecunda que se remonta a más de 2.100 años.
Por las calles de Palma transitaron romanos, godos, árabes, judíos y cristianos formando un crisol cultural que resume todo el bagaje cultural del Mediterráneo. Esto se deja sentir, de manera contundente, en su geografía urbana pero, también, en su cultura, su gastronomía, su forma de ser. El resultado es una mezcla de influencias que convierten a la capital mallorquina en un lugar especial.
Catedral de Palma
Mezclas como las que se dan en la espectacular Catedral de Palma, ejemplo paradigmático de iglesia fortaleza, que es capaz de alternar el gótico más puro con la modernidad transgresora del famoso retablo ideado por Miquel Barceló, uno de los artistas contemporáneos más importantes del mundo.
Casco histórico
El casco histórico de la ciudad palmeña guarda innumerables tesoros como el Palacio de la Almudaina o la Lonja. Otro punto de interés de la antigua ciudad es el Call, forma en la que se conoce a las juderías en el área de influencia aragonesa-catalana (call quiere decir callejón en catalán). Callejuelas con historia en la que se alternan palacios, plazas recoletas e iglesias con historia. Piedras nobles que hunden sus raíces en el siglo I antes de Cristo.
Castillo de Bellver
El Castillo de Bellver, una curiosa fortificación circular de estilo gótico mallorquín.
Se encuentra a tres kilómetros de la ciudad de Palma de Mallorca y actualmente en él se encuentra el Museo de Historia de la ciudad de Palma.
Palma modernista
Pero palma también es modernidad. El ensanche palmeño cuenta con una buena colección de edificios modernistas (hay edificios de Antoni Gaudí) y otras muestras de vanguardia como Es Baluard, un impresionante museo de Arte Contemporáneo que se ha construido en uno de los antiguos baluartes defensivos del puerto.
El catálogo de artistas representados en su catálogo incluye nombres tan ilustres como Picasso, Magritte, Munch o Miró, entre otros muchos.
Palma y el mar
Como no puede ser de otro modo, el mar es una parte sustancial de la geografía de la ciudad y, por lo tanto, punto indispensable a la hora de entender la idiosincrasia local.
Un Mediterráneo que aporta, por ejemplo, una gastronomía que aúna los frutos del mar y los de la huerta. Pescados y mariscos en un lado y, por el otro, sobrasada o el famoso Tumbet (un guiso de verduras espectacular).
Palma de Mallorca cuenta con una enorme oferta gastronómica que acrecienta su valor con una novedosa, y cada vez más cuidada, oferta enológica. La zona del puerto, en los últimos tiempos, se ha convertido en una animada zona de tapas.
Las compras y el ocio nocturno también son puntos fuertes de la ciudad que, además, es un punto de partida ideal para descubrir los secretos que, más allá de la línea de costa, guarda la isla. Lugares como la Sierra de la Tramuntana, en la que se alternan impresionantes parajes naturales y pueblecitos encantadores. Aunque eso es otra historia, que os contaremos en otro post.
Hoteles en Palma de Mallorca
Nuestro Catalonia Majórica (que tiene una categoría de cuatro estrellas), es un lugar ideal para alojarse durante tus escapadas a Mallorca.
Y, para visitas fuera de temporada, piscina interior climatizada. A dos pasos de la ciudad y sus principales playas, el Catalonia Majórica, es una base de operaciones ideal para descubrir lo que Palma es capaz de ofrecer al viajero.