El Museo del Prado es uno de los museos más visitados del mundo debido a su amplia y valiosa colección de arte pictórico, única en nuestro país y una de las más importantes de todo el continente europeo.
Sin embargo, más allá de sus fantásticos cuadros y sus innumerables obras, este histórico museo madrileño destaca por varios aspectos curiosos, que no han hecho más que acrecentar su fama a lo largo de los años.
A continuación, vamos a contarte las curiosidades jamás contadas del Museo del Prado de Madrid.
Se trata de uno de los museos más caros del mundo
Sólo los Museos Vaticanos se sitúan por delante suyo en cuanto al precio. El resto de museos importantes en Europa, suelen presentar entrada gratuita y cuando no es así, nunca tienen un precio tan elevado.
Actualmente, la entrada al Museo del Prado es una de las más caras del planeta, aunque has de saber que la entrada es gratuita dos días al año en horario completo y todas las tardes de lunes a sábado desde las 18h a las 20h.
Si bien dos horas no es tiempo suficiente para realizar un recorrido detallado por sus numerosas obras, siempre te quedará la opción de volver otra tarde para continuar tu visita.
Fue Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2019
El museo fue premiado con tan ilustre premio frente a 29 candidaturas diferentes procedentes de 14 nacionalidades.
Definido por el jurado que otorga el premio como “un símbolo de nuestra herencia cultural común”, se destacó literalmente “la ejemplaridad de su contribución al desarrollo humanístico de la sociedad pasada, presente y futura”.
Fue dirigido por el gran Pablo Picasso
Precisamente durante los años de la Guerra Civil Española, desde 1936 a 1939, la pinacoteca fue dirigida por el ilustre pintor Pablo Picasso, quien fue puesto en el cargo directamente por Manuel Azaña.
Aunque debido a la guerra, nunca llegó a ejercer su puesto de director como le hubiera gustado, cuentan de él que solía presumir habitualmente de haber ostentado dicho cargo en sus conversaciones con amigos.
Fue hogar del Guernica
El Museo del Prado es conocido como la primera casa del Guernica en nuestro país. De hecho, el cuadro se expuso allí por deseo del propio Pablo Picasso, quien quería exponer su obra junto a los grandes pintores revolucionarios del país.
Aunque a decir verdad, él deseaba que fuera expuesta junto a las Meninas de Velázquez, cosa que el Museo no aceptó por temas logísticos, colocándolo en otra de sus salas.
Su cuadro más grande es la Degollación de San Juan Bautista
Bajo la autoría del artista polaco Strobel, la obra La Degollación de San Juan Bautista es la pintura más grande de todo el museo con nada más y nada menos que 10 metros de largo. Un enorme mural que no deja indiferente al visitante.
Es el museo con más Goyas de todo el mundo
Como comentábamos al inicio de nuestro artículo, el Museo del Prado alberga una de las colecciones pictóricas más importantes de todo el planeta. Entre sus hitos principales se encuentra el récord de ser el museo con más obras de Goya de todo el mundo.
En concreto, entre sus paredes pueden disfrutarse un total de 152 obras del pintor español, entre las que además, se encuentran las más famosas e importantes.
Dónde dormir en Madrid
Si estás pensando en viajar a Madrid próximamente para descubrir por ti mismo todas estas curiosidades y disfrutar del arte pictórico en uno de sus templos más importantes, seguramente ya te hayas preguntado cuál es el mejor hotel para confiar tu descanso.
Te proponemos una opción ubicada en pleno centro histórico madrileño, junto a la animada plaza de Santa Ana y a escasos cinco minutos del Museo del Prado, el Thyssen y el Reina Sofía.
El hotel Catalonia Las Cortes se ubica en un antiguo palacete del siglo XVIII, antigua residencia del Duque de Noblejas, cuyo aspecto ha sido completamente restaurado, conservando todo su atractivo original.
En pleno corazón del barrio de las Letras, cuna del Madrid más castizo, este fantástico hotel es el lugar perfecto para disfrutar del arte y el ocio de Madrid.
Una visita a la Galería Thyssen por la mañana, un paseo hasta el Museo del Prado para aprovechar sus horas gratuitas por la tarde y para terminar el día, unas tapas en la Plaza de Santa Ana acompañadas por una buena cañita. No suena mal para un día de turismo por la capital, ¿verdad?