Además de haberse convertido en el símbolo indiscutible de la capital belga, el Manneken Pis ha sido protagonista de diversas leyendas a lo largo de su historia. Quizás, son estos relatos los que le han ido otorgando su fama actual o quizás, solo se trate de cuentos inventados en torno a su figura. Lo que está claro es que no hablamos de una estatua sin más.
Descubre cuáles son las leyendas que han dado vida al Manneken Pis con el paso de los años.
Leyendas del Manneken Pis
El “Pis” que ganó una guerra
Para descubrir la primera leyenda en torno a esta famosa estatua debemos retornar hasta 1142, momento en el cual, las tropas de Godofredo III de Lovaina se disponían a entrar en guerra con los Berthout.
Se dice que los primeros, ocultaron a un niño pequeño de unos dos años dentro de una cesta y la colgaron de una rama de un árbol bajo la cual, sabían que se colocarían sus enemigos.
Su objetivo era humillar a las tropas rivales en el momento en que el pequeño empezara a orinar y tanto fue así, que cuenta la leyenda que simplemente aquel hecho, les bastó para proclamarse victoriosos.
El “Pis” que apagó una bomba
La segunda de nuestras leyendas se sitúa en el siglo XVI, con Bruselas completamente rodeada por tropas extranjeras que se disponían a atacar la ciudad.
En este caso, el Manneken Pis era un niño llamado Juliaanske, que cuando observó cómo los atacantes se disponían a volar las murallas que rodeaban Bruselas, decidió orinar sobre la mecha encendida de la bomba, apagándose y salvando a la ciudad de sus invasores.
Aunque a decir verdad, la leyenda más contada a día de hoy y que no falta en ningún tour turístico por la capital belga no es ninguna de las anteriores. Seguramente, por ser la más creíble de todas.
El “Pis” del niño perdido
La tercera leyenda del Manneken Pis cuenta que la estatua fue un regalo de un comerciante que visitaba la ciudad a una familia de la burguesía local.
Al parecer, el hijo del comerciante se perdió entre el gentío de las calles y los ciudadanos de Bruselas decidieron organizarse en grupos para tratar de encontrarle. Cuando lo lograron, éste estaba escondido en un jardín, sonriente y orinando sobre las plantas.
Su padre, a modo de compensación, decidió encargar esta fuente para regalarsela a los dueños de la casa y aún a día de hoy, su agua continúa fluyendo, aunque esta vez, convertida en uno de los monumentos más famosos del mundo.
Si te han gustado estas historias, te encantará saber que la famosa estatua del niño haciendo pis, cuenta con un armario compuesto por más de 1000 vestidos que puede ser visitado. Cada uno de ellos ha sido regalado por visitantes de Bruselas, desde altos cargos políticos, a grandes artistas o gente de a pié, que ha querido tener un detalle especial con la ciudad.
Para admirar la ropa del Manneken Pis debes dirigirte a la Rue du Chêne 19, donde podrás visitar su armario de martes a domingo.
Sin duda, esta atracción es ideal y no te la puedes perder, sobre todo si están pensando ver Bruselas en cinco días.
Dónde alojarse en Bruselas
Si buscas hoteles en Bruselas para disfrutar de unos días de turismo en la ciudad, te recomendamos que valores la opción que te ofrece el Catalonia Brussels.
Situado en el corazón del famoso distrito Art Nouveau de Bruselas y a escasos minutos de la Grand Place, este fantástico hotel de cuatro estrellas disfruta de una ubicación estratégica, perfecta para visitar los principales lugares emblemáticos de la ciudad.
Podrás llegar rápidamente al Gare du Midi o el Parlamento Europeo en transporte público o visitar la Avenida Louise, la zona comercial más importante de Bruselas, con solo un paseo. Allí podrás comprar el famoso chocolate belga en sus diferentes versiones.
El Manneken Pis es seguramente la estatua más importante de la ciudad de Bruselas, pero la verdad es que ésta contiene muchas otras atracciones turísticas que merece la pena visitar, algunas de ellas por cierto, bastante más espectaculares a la vista. ¿Ya estás buscando vuelos a la capital belga? Bruselas te va a encantar.