Seguramente no sorprendemos a nadie al afirmar que Sevilla es una de las ciudades más bellas y especiales del mundo. Aún no conocemos a un solo viajero que se haya marchado indiferente tras una escapada a la capital hispalense, y eso que la mayoría de turistas se van de allí sin conocer algunos de sus rincones más especiales.
Sevilla es mucho más que la Giralda, la Torre del Oro o el Puente de Triana. En este post, vamos a revelarte cuáles son los secretos mejor guardados de la ciudad. Esos rincones que sólo los locales conocen y que si tienes la suerte de visitar Sevilla próximamente, estamos seguros de que te van a sorprender.
La Plaza del Cabildo
Ubicada en el barrio del Arenal, justo en frente de la Catedral, se trata de una de las grandes desconocidas de Sevilla. Dicen que incluso, muchos de sus habitantes obvian su existencia. Y es que, es una plaza algo escondida, muy pequeñita y con forma semicircular. En su interior, encontrarás una pequeña fuente y varios comercios de antigüedades.
Los domingos suelen organizarse pequeños mercadillos allí, donde es posible encontrar todo tipo de productos de coleccionismo.
El Patio de Banderas
Algo más conocido que la placita anterior, pero con el mismo encanto. El Patio de Banderas se encuentra dentro de las murallas del Alcázar de la ciudad, en el famoso barrio de Sevilla de Santa Cruz.
Se caracteriza especialmente por los múltiples naranjos que pueblan su interior, además de por las fachadas blancas de las paredes que lo forman.
La Calle Judería
Un peculiar callejón que sirve de unión entre la calle Vida y el Patio de Banderas. En su interior, además de su original disposición, encontrarás una bonita fuente y una placa en honor al escritor español Luis Cernuda, junto a sus dos signos más característicos: el arco y el torreón, que hace años formaron parte de la puerta que comunicaba el barrio de la Judería con el Real Alcázar.
La Plaza de Santa Marta
Para acceder a este precioso rincón tendrás que tomar el callejón que nace de la Plaza de la Virgen de los Reyes, entre la calle Matos Gago y la estatua de Juan Pablo II.
Es una plazoleta empedrada, con varios naranjos que dan sombra a una pequeña cruz en su parte central.
Según algunas leyendas, fue en este mágico lugar donde Don Juan Tenorio raptó a Doña Inés.
La calle Arfe
Más que una calle, podríamos decir que es un pasillo. Este callejón separa las dos Maestranzas de Sevilla, dejando a un lado su Plaza de Toros y al otro, la Ópera. En los últimos años, ha visto cómo se renovaban sus comercios, convirtiéndose en un rincón fundamental para la gastronomía y la noche sevillana.
El Callejón del Beso
Corresponde realmente a la calle Reinoso del barrio de Santa Cruz y es una de las calles más estrechas de toda la ciudad. Los balcones de las paredes que lo forman, casi no dejan entrar la luz del sol hacia los suelos del callejón, de ahí que históricamente haya sido el lugar ideal, para jóvenes parejas que buscaban un sitio apartado de ojos indiscretos para dar rienda suelta a su amor.
La Calle Verde
Regresamos a la Judería de Sevilla, para detenernos en esta pequeña calle que sirve de enlace entre la calle Céspedes y la Avenida de Menéndez Pelayo.
No sabemos si el motivo de su nombre es la abundante vegetación que se extiende a lo largo de sus paredes, pero de no ser así, se trata de una bellísima casualidad. Su estrechez y su bonita arquitectura, que responde a los cánones más tradicionales de la ciudad, hacen de ella uno de esos rincones que merece la pena visitar en cualquier escapada a la capital hispalense.
El Monasterio de San Jerónimo
También conocido como el Centro Cívico José Luis Pereira, se ubica en la calle Río Piedras, en el barrio de San Jerónimo.
Es un edificio del siglo XV, que en su día sirvió como alojamiento para las monjas de la orden de San Jerónimo, además de ser sede de una de las primeras imprentas de nuestro país allá por el siglo XVI. De ella, nacieron los primeros libros impresos que se enviaron al continente americano.
Sorprende el nivel de conservación de su torre y su claustro y pese a que cuando hablamos de los típicos monumentos de Sevilla, no suele aparecer en las conversaciones, te aseguramos que se trata de uno de sus edificios más especiales.
Dónde alojarse en Sevilla
¿Estás listo para descubrir todos estos maravillosos rincones secretos? Perderte por Sevilla una tarde de otoño o primavera es una experiencia sensorial inigualable. Pero para disfrutar al máximo de la ciudad, necesitas un buen alojamiento. Y entre todos los hoteles en Sevilla, tenemos para ti, la propuesta ideal.
El hotel Catalonia Giralda, de cuatro estrellas, se encuentra en pleno barrio de Santa Cruz, brindándote la ubicación ideal para visitar gran parte de nuestras recomendaciones y permitiéndote acceder a la estación de AVE de Santa Justa con sólo un paseo.
Dispone de habitaciones con vistas a la catedral y a la torre de la Giralda, una fantástica piscina cubierta, Gastrobar en su interior y parking propio.
Ahora que ya sabes cuáles son los mejores rincones secretos escondidos a lo largo de las calles de Sevilla, sólo te queda elegir la fecha para tu próxima escapada a la ciudad. Seguro que habrás oído alguna vez aquello de que Sevilla tiene un color especial, ¿verdad? Pues tenemos algo que decirte al respecto: es cierto y hasta que no lo descubras por ti mismo, no entenderás hasta qué punto es así.